La unidad de Hemodinámica y Cardiología Intervencionista del servicio de Cardiología del Hospital Universitario Doctor Peset ha empezado a realizar una técnica mínimamente invasiva en aquellos pacientes con fibrilación auricular que no pueden tomar anticoagulantes por su alto riesgo de sangrado.

Se trata del cierre percutáneo de la orejuela izquierda, un apéndice fino con forma de saco situado en la aurícula izquierda del corazón. En personas con fibrilación auricular, la arritmia más frecuente, la sangre tiende a acumularse y formar coágulos en la orejuela.

Un coágulo de sangre que se desprenda de esta área del corazón puede desplazarse por los vasos sanguíneos y finalmente instalarse en un vaso del cerebro o del corazón causando un accidente cerebrovascular o infarto de miocardio. Así pues, en estas personas el tratamiento con anticoagulantes es necesario para impedir la coagulación de la sangre y evitar la formación de trombos y embolias.

“Sin embargo, nos encontramos con pacientes que tienen verdaderos problemas con la anticoagulación porque aumenta el riesgo de hemorragias, principalmente intracraneales o digestivas. En estos casos, hay que optar por este procedimiento mínimamente invasivo”, ha apuntado el doctor Pascual Baello, responsable de la unidad de Hemodinámica y Cardiología Intervencionista del Hospital Universitario Doctor Peset.

Para realizar esta técnica se accede al sistema venoso a través de la vena femoral por medio de una pequeña punción en la ingle. Con la ayuda de un catéter se coloca en la orejuela un dispositivo de cierre que se despliega y evita el paso de coágulos hacia el torrente sanguíneo. Tras realizar este procedimiento, el paciente permanece en observación y, normalmente, es dado de alta al día siguiente. 

“El cierre percutáneo de orejuela se ha mostrado muy eficaz en la prevención de accidentes cerebrovasculares en personas con fibrilación auricular que no pueden tomar anticoagulantes. De hecho, en general, mantenemos el tratamiento a corto plazo tras la intervención y, con el tiempo, se ajusta la medicación y se suspende el tratamiento anticoagulante”, ha señalado el doctor Pascual Baello.